Buenos días a todos,
He necesitado unos días para asumir la resaca
de San Valentín, fue un día intenso y me encantaría relataros como lo sentí.
Me desperté como siempre a las seis y media de
la mañana, apagué el despertador y cogí el móvil rápidamente, abrí internet
para comprobar si “Ocho corazones y un San Valentín” estaba disponible en la
web (www.nuevaeditoradigital.com)
y así era, en el apartado de Lectura Libre
había un espectacular espacio para la Antología que se podía descargar
gratuitamente. Consiguió que me relajara, el miedo a que algún diablo hubiera
interrumpido la publicación habrían acabado conmigo.
Me duché y cogí mis cosas para acudir a mi
trabajo, que aunque hoy me quedara el primer momento más importante como
escritora, debía de cumplir con mis obligaciones. De camino al coche informé al
resto de corazones mediante Facebook de que ya estaba disponible el enlace y
que promovieran como locas para que todo el mundo pudiera comenzar a compartir
y descargar.
Cogí mi tan preciado Volskwagen Polo y manejé
durante treinta minutos hasta aparcar en el lugar para empleados de mi oficina,
caminé hasta mi puesto de trabajo aparentemente calmada, pero mi interior me
gritaba, temblaba y daba saltos, cosa que debía de disimular, hasta que dejé mi
bolso y mis compañeros, me recordaron “Es hoy” “Iré” y ya no pude evitar
ponerme colorada y sentirme avergonzada, no sé por qué, estoy orgullosa, pero la mezcla de sensaciones
se adueñó de mí.
Tuve que controlarme y comenzar con mi dura
jornada laboral como si de un día normal se tratase, aunque mi mente en ese momento
estaba en los mensajes que recibía de las personas que se estaban descargando
la Antología, y los de mis compañeras (el resto de corazones) igual de
nerviosas que yo.
Ya eran las nueve y media hora del desayuno,
se acercó mi jefe para darme unas instrucciones y nos acompañó hasta el
ascensor, en ese momento salió una compañera anunciándome que la presentación
del corte inglés la acababa de escuchar en RAC105, atónita por lo que estaba
oyendo miré a mi jefe el cual tenía cara de asombrado, y no es para menos, lo
estaba yo imagínate él que se acababa de enterar que presentaba mi primer libro
en el Corte inglés, nada más y nada menos…
Caminamos yo y mi compañera hasta el Ikea, la
pobre tuvo que aguantar mis nervios, mis risas tontas incluso mis tonterías,
pero ella aguantó como una jabata entendiendo como me podía sentir.
Tras desearme todo el mundo suerte y muchos
enterarse de lo que había escrito ya que muchos ni se habían enterado, me
despedí de todos y salí directa a casa de mi madre. Allí estaba mi marido esperándome
para comer juntos, él tenía trabajo y no podía venir a la presentación al menos
al inicio, así que comimos relajadamente (o al menos lo intentamos ya que
comenzaba a estar eufórica). Me cambié de ropa y preparé todo lo que debía de
llevarme, el discurso que había leído cien veces, las fantásticas galletas que pedí
a Sugar Dreams Sevilla y los marca páginas que había diseñado para regalar a
los asistentes.
Eché un vistazo al móvil y contesté a mis
foreras las mamas de octubre del 2009 que llevaban todo el día haciendo una
fiesta en el wassap aunque estemos a miles de kilómetros estuvieron presentes
todo el día, son mis fans número uno todas y cada una de ellas; leí un mensaje
de Facebook de Olivia Ardey que me informaba de que la entrada que había
colgado en su blog de la antología llevaba ya doscientas visitas, todo un
éxito. Le agradecí una vez más que hubiera colaborado con nosotras, y me sentí
afortunada de haber podido hablar con ella, me deseó suerte para la tarde y
decidí dejar el móvil a un lado. (echo difícil de cumplir pero…)
Estresé a mi madre si acaso podía más, porque
hacía mucho tiempo que no la veía tan nerviosa, incluso enfadada del nerviosismo.
Le di un beso y mis abrazos a mi marido, que no paraba de sonreír y decirme que
intentaría llegar, y marchamos yo y mi madre hacia casa de mi mejor amiga, mi
maquilladora particular.
Al llegar tuve la noticia del año (espero que
no me mate por contarlo pero me arriesgaré) me enseñó su primera ecografía, así
que las tres comenzamos a gritar y a llorar como tontas, es mi amiga desde los
doce años y aunque ahora no nos veamos tanto como nos gustaría siempre estamos cuándo
lo necesitamos. La emoción crecía y yo estaba de los nervios, pero me pude relajar
mientras pasaba por la sesión de maquillaje (soy malísima para estarme quieta)
así que tras escuchar, para lucir hay que sufrir terminamos y cogimos mi coche
para ir hacia el centro de Barcelona. Aparqué en el parquin de un hotel cercano
gracias a ser socia a una de las páginas de párquines con descuentos (no voy a
dar más publi que me paguen si
quieren que los nombre :p) y Bajamos Paseo de Gracia como si llegáramos tarde y
aún quedaba una larga hora.
Al llegar a la planta sexta vi el cártel
anunciando mi presentación, madre mía que sentí, mi estómago se cerró, mis
manos temblaban, tenía ganas de llorar, de reír, de gritar… Me acerqué a la estantería
dónde se encontraban todos mis ejemplares (al lado de los de grey, ala James yo
también estoy, toma!) y me hice fotos con mi libro emocionante, no, lo
siguiente.
Vi que se acercaba Julia media hora antes como
habíamos quedado, y tras darle dos besos y hablar de cómo se desarrollaría todo
me sentí un poco más calmada. Me asomé a la sala y casi me desmayo, me recordó
a las ruedas de prensa de la televisión el photocoll del Corte Inglés detrás de
una enorme mesa con dos micrófonos subida a un pedestal y filas de sillas
ordenadas una al lado de la otra, mi madre para ayudarme, solo se le ocurrió
decirme “Como impone”, si gracias mami necesitaba eso para relajarme un poco.
Llegó una compañera de trabajo y tras
abrazarla vi que llegaban más personas Yolanda una de mis foreras de Mamas de octubre
2009 no me lo puedo creer ha venido y con un regalo, un corazón de Mi Momento
para ponerlo en la camisa con un imperdible y un cuadro con la portada del
libro, guau comienzo a estar histérica. Veo que aparece Yasnaia artífice de las
espectaculares galletas del libro, una sevillana que ha tenido que venir a
Barcelona y no lo ha dudado en venir a verme.
Me dijeron que entrara a la sala y para mi
sorpresa, estaba llena de desconocidos, ¿cuándo habían entrado? Ni idea… Me
senté en el centro de la mesa y veía a todos los asistentes, la mitad no los
conocía y eran mayores. Comenzamos, escuché mientras observé que se colaban cuatro
compañeros de trabajo más, un amigo, y dos familiares.
Julia comenzó leyendo una carta que el
director de Éride me había escrito en la que decía que era un honor trabajar
conmigo, e informando a los asistentes que Mi Momento estaba en sus manos y que
pronto tendríamos noticias, y me tocó el momento que tanto había ensayado para
nada, un poco nerviosa empecé a relatar cómo había comenzado en esta aventura
literaria, pero gracias al apoyo, aplausos y sonrisas de los asistentes fui yo,
conseguí relajarme y divertirme.
Lo único que recuerdo es que hablé, firmé
libros, me desearon suerte e incluso alguna lágrima vi desde mi posición. Y
quiero dar las gracias a los que pudieron venir, a los que no, pero me desearon
suerte, y a los que estaban conmigo a través de wassap, Facebook, y redes
sociales. Y me gustaría que hubieran estado dos personas que no estuvieron por
fuerzas mayores, una me la reservo para mí ya que es doloroso, y la otra sé que
desde el cielo estaba apoyándome un beso yayo.
Gracias a todos por hacer que San Valentín de
2014 no lo olvide en la vida.